2.02.2009, Paraguay, Sobrevivientes organizados sobre 20 anos de lucha contra la impunidad
Toda nuestra población ha soportado 35 años de
dictadura bajo Alfredo Stroessner entre 1954 y 1989, con más de
120.000 víctimas directas e indirectas, más de 500
desaparecidos, cientos de miles de exiliados. Todas las víctimas
y sus familiares han quedado con daños permanentes que se
extienden hasta nuestros días. Y sin embargo, sólo
existen tres condenas firmes en la actualidad por estos hechos, graves
crímenes de lesa humanidad. El principal responsable, Alfredo
Stroessner a muerto impune en dorado asilo brasileño, y la gran
mayoría de los ex jerarcas en el exterior o en el Paraguay, se
han enriquecido y hasta la fecha gozan de sus bienes malhabidos y de la
impunidad que este sistema judicial les ha brindado. La razón:
la administración de justicia durante la dictadura ha sido un
brazo ejecutor más del sistema represivo stronista, y
ésta misma forma de administrar un poder del estado, ha
sobrevivido al 3 de febrero de 1989. Hoy opera con similar
metodología, y hasta demuestra más poder, con el
agravante que muchos de los ejecutores y torturadores del viejo
régimen que creíamos del pasado, hoy incluso, integran
altos cargos en el poder judicial, la justicia electoral, el consejo de
la magistratura, etcétera. La dictadura utilizó al poder
judicial, y muchos de sus antiguos ejecutores integran y se refugian en
los recovecos de este aparato infernal de injusticia hasta la fecha.
Esta situación es intolerable y nos obliga a un cambio
trascendental de personas y del sistema de justicia en el Paraguay.
LA TRANSICION 1989-2008
El 3 de febrero de 1989 cayó un dictador, pero no su sistema.
Desde 1989 hasta la fecha, 20 años han transcurrido entre
avances y retrocesos en diversos ámbitos. Pero en el sistema de
justicia, luego de la nueva Constitución de 1992, sólo
conocemos de retrocesos y de reimplantación del sistema heredado
de la dictadura al que debemos agregar el tráfico de
influencias. La dependencia absoluta de mafias y entornos que comienzan
a manejar a los partidos políticos, los que a su vez, terminan
manejando desde un secretario fiscal hasta a toda la Corte Suprema de
Justicia. Nuevamente el poder judicial termina sirviendo de soporte a
un estado de corrupción permanente que ha estancado, e incluso
hecho retroceder, el proceso de transición. En este
período apenas salieron dos o tres condenas por los graves
delitos de la dictadura, y la gran mayoría quedaron sin avances.
En este período de transición conservadora se han
perpetrado más de 100 casos registrados de asesinatos
políticos y desapariciones forzadas en la lucha por la tierra y
la lucha social, con otros cientos casos más sin registrar, a
manos de sicarios que operan con la adquiescencia de por lo menos una
parte del estado. Menos del tres por ciento de estos casos ha
prosperado en el sistema de justicia. En este período se han
cometido crímenes en cuarteles militares con absoluta impunidad.
En este período se han cometido varios golpes e intentos de
golpes a la institucionalidad del estado y hasta un magnicidio. El
sentido de las investigaciones, las condenas y las absoluciones han
seguido el ritmo y cadencia de las mafias enquistadas en el poder y del
mandamás de turno. En todos estos casos, el denominador
común ha sido y es: la impunidad.
ACTUALIDAD 2009
A partir del 15 de agosto de 2008, apenas ha cambiado la titularidad
del poder ejecutivo, y aún con este enorme cambio no podemos
decir que la transición haya terminado, si no cambiamos
también el poder judicial en forma sustancial,
recuperándola para un efectivo estado de derecho en el Paraguay.
El poder judicial de hoy sigue inmune e inmutable a estos cambios
reclamados soberana y mayoritariamente por el pueblo. Hoy este poder
judicial pertenece al pasado que todos los paraguayos y paraguayas
decidimos cambiar para siempre. Hoy, más que nunca, debemos
terminar con la impunidad que perpetúa el estado de injusticia
en el Paraguay y cuyo principal responsable está en el poder
judicial actual, desde su cúpula hasta la base.
Por tanto, hoy siguen vigentes nuestras históricas banderas: con
impunidad no hay justicia, no hay democracia, no hay paz. La lucha
continúa hasta el juicio y castigo a todos los responsables en
dictadura y transición.
Asunción, 3 de febrero de 2009.
1. Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas del Paraguay, FADDAPY-FEDEFAM.
2. Coordinadora de Luchadoras, Luchadores y Víctimas de la Dictadura, CODELUCHA.
3. Movimiento Nacional de Víctimas, MNV.
Cooperación
World Coalition Against Torturers (WCAT)
International Rehabilitation Council for Torture Victims (IRCT)
Direccion del proyecto
Bianca Schmolze
Bianca Schmolze es administradora de empresas diplomada
y trabaja desde el ano 2002 en la Ayuda Medica para Refugiados. Despues
de ser responsable para la buzqueda de fondos ella esta la responsable
de la campana "Justicia es salud" desde 2004. Ademas tiene un mandato
del concejalía municipal de Bochum.
Tel.: +49-(0)234-9041380
Fax: +49-(0)234-9041381
(Martes y jueves)
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