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07.07.2008, Paraguay

Faddapy escribe carta a los obispos del Paraguay


Asunción del Paraguay, 7 de julio de 2008.
Monseñor Orlando Antonini
Nuncio Apostólico en Paraguay
 
Monseñor Mario Melanio Medina
Obispo de San Juan Bautista de las Misiones y
Presidente de la Comisión de Verdad y Justicia
 
Monseñor Adalberto Martínez
Obispo de San Pedro y Secretario General
de la Conferencia Episcopal Paraguaya
 
Monseñor Pastor Cuquejo
Arzobispo de la Santísima Asunción
 
Monseñor Ignacio Gogorza
Presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya y
Gran Canciller de la Universidad Católica
 A LOS OBISPOS DEL PARAGUAY
 PRESENTE
Las organizaciones de derechos humanos, de víctimas de la dictadura stronista y de familiares de desaparecidos y asesinados por razones políticas del paraguay abajo firmantes, en uso de nuestros derechos ciudadanos de buscar la justicia de los hombres hasta la fecha negada, de ser escuchada y reconocida nuestra verdad como víctimas de la opresión totalitaria, de reconstruir junto a la ciudadanía la memoria histórica de lucha cívica de la gran nación paraguaya contra las dictaduras que han asolado nuestro pueblo, y de apoyar todas aquellas expresiones ciudadanas consecuentes con dichos altos objetivos morales, nos dirigimos a Usted, muy respetuosamente, para manifestarle cuanto sigue:
 
1.         Nos llena de consternación que la Conferencia Episcopal Paraguaya haya elegido a partir de una terna, y a pesar de los reclamos de estudiantes, de docentes, de padres de estudiantes, de familiares de docentes y de ciudadanos y organizaciones comprometidas con la democracia y los derechos humanos en el Paraguay, se haya lamentablemente reafirmado en la designación como rector de la Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción", al doctor José Antonio Moreno Rufinelli, quien ha sido un jerarca del régimen stronista, quien sustentó y aprobó en su momento como legislador la ley liberticida 209/70,  fue colaborador intelectual y defensor del status quo dictatorial como agente de la cancillería de la dictadura stronista en forma pública a nivel nacional e internacional, y jamás hemos oído a él tan siquiera elevar su voz de desacuerdo ante las evidentes atrocidades cometidas por el aparato represivo policial y militar, que aducía cumplir "órdenes superiores" y "la aplicación irrestricta de la Ley 209/70", que el entonces parlamentario Moreno Rufinelli y el Congreso Nacional aprobaron el día 10 de septiembre de de 1970, promulgada por el dictador Stroessner el día 18 de octubre de 1970, y de aplicación hasta el 3 de febrero de 1989.
 
2.         Acudiendo a la memoria de los grandes conductores de la Iglesia como Monseñores Bogarín, Maricevich, Rolón, y otros, recordamos la aguda preocupación de los Obispos ya en 1969, ante la grave amenaza de que el entonces proyecto de ley constituiría para la conciencia moral y la dignidad de la Nación. El nuevo instrumento – La Ley 209 de defensa de la democracia--, de hecho consagraría una forma de absolutismo totalitario varias veces condenado por los Pontífices. La nueva ley instauraría en el Paraguay una situación de violencia estatal legalizada, de terror e inseguridad permanentes. 40 años han pasado de estas sabias palabras, y sus conceptos siguen aún vigentes porque los daños producidos aún siguen vigentes, con el agravante que los planificadores de esta normativa, los legisladores que la aprobaron, los responsables que la promulgaron, todos ellos responsables mediatos e intelectuales, sumados a los ejecutores directos, considerados los responsables inmediatos y materiales de perpetración de hechos violatorios a los derechos humanos durante el período, continúan hasta la fecha impunes ante la ley de los hombres. Y los legisladores que la aprobaron, muchos de los cuales se decían y dicen hasta la fecha llevar una vida cristiana de acuerdo a los preceptos de la Iglesia, hicieron caso omiso de estas advertencias episcopales que fueron emitidas por lo menos un año antes de la promulgación de la citada ley liberticida.
 
3.         La ley 209/70 que entró en vigor gracias al votos de parlamentarios colaboracionistas del stronismo, entre los que se halla el doctor Moreno Rufinelli, hoy es considerada por juristas nacionales e internacionales, por el derecho internacional, por los tratados y convenciones que el estado paraguayo ha firmado, adherido y ratificado, como legislaciones represivas que en el marco de gobiernos dictatoriales y totalitarios como el stronista, permitió la instauración del terrorismo de estado en el Paraguay en tanto que, "El terrorismo de Estado es siempre vergonzante, porque siempre está atrapado en la misma contradicción: debe difundir sus practicas más crueles y aberrantes para generalizar el terror y asegurar la dominación pero debe, al mismo tiempo, negar su autoría para no transgredir las normas jurídicas internas e internacionales que aseguran -en teoría- el respeto a los derechos humanos".
 
4.         Gran parte de lo delitos perpetrados por la dictadura bajo el "amparo" de la Ley 209/70, el estado de sitio y las demás leyes y disposiciones represivas, son de efecto continuado, con secuelas permanentes, muchos de esos hechos aún no han sido dilucidados efectivamente por la justicia, aún toda la verdad no ha sido dicha por parte de los perpetradores; los responsables intelectuales, materiales o encubridores, quienes han dado las órdenes, quienes han ejercido el poder del estado en forma arbitraria en el período dictatorial, aún no han mostrado señales de perdón o arrepentimiento, y muchos de ellos aún siguen pidiendo el olvido y quieren acallar las voces de la historia. Precisamente, en los casos de torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales perpetrados por el estado paraguayo en el período dictatorial, hablamos de delitos imprescriptibles y de lesa humanidad, es decir, que ofenden a todo el género humano.
 
5.         Solicitamos, muy respetuosamente, por la memoria de los torturados, detenidos-desaparecidos y asesinados durante la dictadura stronista, por la memoria de aquellos pastores y defensores de la vida humana como Bogaran, Maricevich, Rolón y otros, por la protección de la memoria de lucha y resistencia de nuestra nación, por la mayor y mejor formación integral sobre valores éticos, morales, democráticos y de defensa de los derechos humanos de los estudiantes, docentes y comunidad universitaria en general, rever la nominación y ratificación del Doctor Juan Antonio Moreno Rufinelli como rector de la Universidad Católica, por pertenecer a la categoría de "hombre escombro" del régimen stronista, de acuerdo a la precisa tipificación del Arzobispo Emérito Ismael Rolón.
 
6.         Respetamos, entendemos y nos adherimos al conjunto de demandas de la comunidad académica de la Universidad Católica, tanto en lo referente a la respetuosa solicitud de desnombramiento por parte de la CEP de un no deseado ex jerarca stronista por parte de los estudiantes y de los docentes federados, como al proceso de construcción de los pilares de una universidad participativa, democrática, crítica y abierta a todas las inquietudes del pensamiento humano y fuertemente comprometida con los destinos de la sociedad paraguaya en democracia.
 
7.         Como ciudadanos y ciudadanas preocupados y concientes con la protección y promoción de los derechos humanos, estamos indignados con las actuaciones públicas de Moreno Rufinelli, con su intento de blanquearse en democracia, con su falta de voluntad de esclarecer los hechos de violaciones a los derechos humanos durante el período en el que el mismo era partícipe necesario del plan siniestro de la dictadura, pues no hay evidencia que el mismo haya realizado esfuerzo alguno en brindar información ante  ninguna institución protectora de derechos humanos durante la dictadura, y tampoco ante ninguna institución jurisdiccional o no de la democracia, menos de que haya brindado descargo alguno ante la Comisión de Verdad y Justicia que se encuentra investigando desde hace años hechos de violación a los derechos humanos, y mucho menos que se haya acercado a las víctimas para un solo acto de disculpa por los más de 35 años de dictadura que el citado integró en espacios de poder relevante, como tampoco claro está, desconocemos un solo testimonio de una víctima que haya sido ayudada en su infortunio, ni en dictadura ni en democracia, por el citado. Estos hechos nos llevan legítimamente a considerar que en el mismo ni en su fuero interno, ni en su acción pública, haya señales de arrepentimiento, señales de acercamiento hacia la ansiada verdad, menos la búsqueda de la reparación integral por los daños causados por el accionar de la represión stronista, que actuó como un sistema de relojería sobre toda la población, siendo el mismo parte del engranaje.
 
8.         Por tanto, nos comprometemos a llevar esta nuestra voz a todos los rincones del país, nos comprometemos a llevar esta voz a todos los rincones del mundo, y nos comprometemos a acompañar todas las iniciativas ciudadanas que en forma pacífica, respetuosa, siempre dentro del marco de la ley, estén encaminadas a la lograr la renuncia como rector de la UC, así como en forma simultánea, la debida condena social, a partir de la difusión de la verdad, sobre el ex jerarca stronista Juan Antonio Moreno Rufinelli y sobre toda la vasta composición del sistema represivo y opresivo de la cruel dictadura paraguaya, desde sus responsables intelectuales y materiales, sin olvidar a sus encubridores, propagandistas, continuadores y apologistas.
 
Será verdad. Será justicia. Será memoria.
 
Movimiento Nacional de Víctimas de la Dictadura Stronista, MNV. Santiago Rolón, Presidente.
 
Agrupación de Familiares de Detenidos-desaparecidos y Asesinados por Razones Políticas del Paraguay, FADDAPY. Rogelio Goiburu, Idalina Tatter, Carlos Ortellado, Mariano González, Federico Tatter, siguen firmas.

 

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