09.09.2008, Paraguay, Federico Tatter sobre posible caminos del nuevo gobierno de Lugo
COLABORACION SOLIDARIA. Desde Asunción del Paraguay, 9 de
setiembre de 2008. A veinticinco días de la asunción del
Presidente Fernando Lugo, aún persiste una gran diferencia entre
la alta percepción de cambio que existe en la ciudadanía
nacional e internacional, y los cambios que realmente se están
realizando, se pueden realizar o se tienen planes inmediatos de
realización por parte de la nueva administración
pública. Mientras las percepciones de cambio se mantengan altas,
las necesidades de acciones concretas también irán en
directo crecimiento y hasta contribuirán a forzar que los mismos
sean realizados. Y una clara muestra es el indiscutido apoyo a acciones
de alto efecto mediático como el descubrimiento de la red de
corrupción institucionalizada en la Administración
Nacional de Puertos que amenaza con extenderse a la
Administración Nacional de Aduanas, por el momento.
Por otro lado, en el terreno específico de las percepciones, la
diferencia pareciera ser algo más que cuantitativa, en tanto y
en cuanto que a nivel nacional existe una valoración distinta a
la internacional, y especialmente respecto al carácter o cuenca
ideológica del cual abreva el nuevo gobierno. Pareciera incluso
que para ello, contribuye un fuerte reduccionismo y simplismo
mediático se ha extendido a diversos observadores
internacionales.
Mientras, que a nivel internacional, diversos analistas hablan de un
gobierno que se ha decidido por una agenda francamente de izquierda al
que solamente le quedaría optar por dos vías, el eje
radical agrupado mediáticamente por los países de
Venezuela, Bolivia y Ecuador, o el eje reformista moderado,
también reducido mediáticamente, a las administraciones
de Chile, Argentina, Uruguay y Brasil. Reduccionismo mediático
que es refutado por todos y cada uno de los responsables de los estados
señalados en todas las oportunidades que en éstos se
realizan.
Y creo en el caso del Paraguay, también es preciso aclarar
algunas cosas. Pues no existe en la Alianza Patriótica para el
Cambio, nuevo conglomerado que accede al poder, ni en ninguno de sus
aliados pre y post electorales, tales referencias, sino más
bien, referencias e intenciones de un gobierno de unidad nacional de
amplia participación, con una agenda muy acotada de ejes
estratégicos a encarar, donde participan agrupaciones, partidos
e individualidades de muy diversa extracción y experiencia tanto
política como ideológica.
Por tanto, la realidad nacional del Paraguay, a medida que acercamos la
lupa al medio juego de las relaciones de poder, nos permite visualizar,
dentro de una muy amplia constelación, una clara intencionalidad
del Poder Ejecutivo de avanzar en una agenda social coherente con los
postulados del progresismo más cercano a la centro izquierda,
combinados a su vez, a un pragmatismo estricto en lo referente al
presupuesto nacional de gastos, el equilibrio de las finanzas
públicas, el cumplimiento de los compromisos nacionales e
internacionales dentro del estrecho margen de acción que han
dejado a administraciones anteriores los dictados de los organismos
internacionales cuya agenda se maneja imperturbable desde los
años del consenso de Washington por órganos monitores
como el FMI y el BM, sin dejar de lado la determinante influencia de
los dos grandes países amigos y socios del Mercosur ampliado y
el presente griego de la reingeniería de las
hidroeléctricas dentro de un plan estratégico de administración y gestión de la energía.
Pero como la realidad siempre supera a la fantasía, y Paraguay
no será una excepción, aún no todo está
dicho. El nuevo gobierno, lo sepa o no, tiene un margen de maniobra muy
alto, en un escenario regional más que favorable, y que
más allá de las percepciones y posibilidades reales de
cambio, más allá de aquello que el mismo gobierno se
imagina para sí como sus propias limitaciones, es posible que
tanto en el medio juego del equilibrio de los poderes y la lucha entre
progresistas y conservadores, entre continuistas y reformistas, sumadas
a las nuevas alianzas que ha tejido o se han ofrecido al novel
oficialismo, las posibilidades de acciones más profundas superan
con creces a las resistencias de las fuerzas de los dos núcleos
que ha elegido el oligárquico antiguo régimen
político colorado en retirada: el poder judicial y el parlamento.
El debate en Paraguay parece no ser aún el dilema entre
revolución o reformas, pues éstas últimas,
llevadas a cabo en forma sistemática en un país que casi
salió de la historia por el inmovilismo neoconservador y
neoliberal, de hecho, integralmente constituyen un acto revolucionario
insertos en un marco institucional. El debate en Paraguay parece estar
aún relacionado al dilema entre dictadura y democracia, en tanto
que la primera ha extendido su manto de impunidad hasta el presente y
ha contaminado todas las instituciones formales del estado y moldeado a
la sociedad misma.
Finalmente, a veinticinco días este nuevo gobierno mantiene la
posibilidad de mantener la iniciativa en todos los frentes, para
profundizar la agenda social, para pasar del asistencialismo de la
urgencia a la prevención de la planificación, y
fundamentalmente para aportar a la “recuperación para la
democracia” de los dos otros poderes del estado citados, para
luego transitar hacia un amplio consenso hacia la planificación
del desarrollo económico, social, cultural, con inclusión
y pleno respeto a los derechos humanos de sus habitantes.
Federico Tatter.
Cooperación
World Coalition Against Torturers (WCAT)
International Rehabilitation Council for Torture Victims (IRCT)
Direccion del proyecto
Bianca Schmolze
Bianca Schmolze es administradora de empresas diplomada
y trabaja desde el ano 2002 en la Ayuda Medica para Refugiados. Despues
de ser responsable para la buzqueda de fondos ella esta la responsable
de la campana "Justicia es salud" desde 2004. Ademas tiene un mandato
del concejalía municipal de Bochum.
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